¿Ya viste Las Azules? Una producción mexicana de calidad mundial que nos hace reflexionar sobre nuestra historia
Las Azules presenta una combinación de thriller y crítica social. ¿Cómo crees que tu personaje contribuye a esta mezcla y qué aspectos de la serie te resultaron más desafiantes al interpretarlo?
Mi personaje es el expresidente Luis Echeverría, quien es un referente histórico de la década de los 70. Al ser la cabeza del país en ese periodo, es una parte esencial para mantener la atención en los sucesos que ocurrieron en esa época. En el eje de la trama está la investigación de un asesino serial al que llaman “El Encuerador”, y en la ficción se involucra al expresidente, en parte para ponerlo en una situación antagónica.
¿Qué fue lo que más te sorprendió al conocer esta historia y cómo te preparaste para abordar el contexto histórico de los años 70?
La serie está inspirada en hechos reales, y me sorprendió lo bien escrita que está Las Azules, así como la forma en que se investigaron y utilizaron los elementos históricos de la época para hacerla más completa. Las Azules cuenta la historia de cuatro mujeres que se incorporan al cuerpo de policía y que deben sortear la idiosincrasia de esos tiempos, como el machismo y las relaciones con el poder y la autoridad, aspectos que aún persisten hoy en día.
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¿Qué lecciones crees que podemos aprender de esta historia sobre los desafíos que enfrentan las mujeres en profesiones tradicionalmente dominadas por hombres?
Las protagonistas se enfrentan a muchísimas dificultades, principalmente las derivadas de los prejuicios que acabo de mencionar. Más que lecciones, Las Azules señala los cambios que debemos tomar como sociedad para poder avanzar. En el caso de los hombres, nos toca reaprender y resignificar muchas cuestiones sobre la igualdad y equidad en el trabajo, así como lo que podemos hacer para abordar temas como el machismo y el trato hacia las mujeres, especialmente en situaciones donde las apariencias y el poder todavía dictan roles.
El elenco de la serie incluye nombres reconocidos como Bárbara Mori y Ximena Sariñana. ¿Cómo fue la dinámica de trabajo con ellas y el resto del equipo durante el rodaje?
No tuve muchas oportunidades de trabajar con ellas, ya que casi siempre estuve apartado. Mi proceso de caracterización para lucir como el expresidente tomaba alrededor de tres horas diarias, por lo que no coincidíamos en muchos espacios comunes. Sin embargo, el elenco y todo el equipo detrás de Las Azules son dignos de presumir. Así como hay un gran trabajo de escritura, también lo hay en actuación y producción. En este sentido, la serie no se queda atrás y puede competir a nivel internacional. Esta es una ventaja de trabajar con plataformas como Apple TV, pues existe un cierto nivel de calidad.
¿Cómo lograste equilibrar estos diferentes tonos en tu actuación y qué desafíos presentaron estas variaciones de género?
En realidad, se trata de la suma de muchos factores y de muchos profesionales que nos acompañan en cada proceso: la dirección de arte, el maquillaje y el coaching que tuve con el maestro Ortos Soyuz, quien siempre me apoya en personajes más complicados. El tono lo marcó Fernando Rovzar, quien es el showrunner y director, por lo que él definió cómo se contaría esta historia completa, ya que nosotros como actores no vemos el desarrollo total.
El director Fernando Rovzar optó por minimizar los efectos visuales para recrear la Ciudad de México de los años 70, prefiriendo escenarios físicos. ¿Cómo afectó esta decisión tu experiencia en el set y qué tan importante fue para la autenticidad de la serie?
La virtud de vivir en una ciudad con tanta historia y lugares nos permitió aprovechar ciertas locaciones para desarrollar las escenas. Yo grabé en dos locaciones que fueron muy bien diseñadas por los encargados de la dirección de arte, lo que le da mucha credibilidad a la historia que contamos.
¿Cómo crees que el público reaccionará a esta revelación de esa parte poco conocida de la historia mexicana y qué impacto esperas que tenga la serie?
Aquellos que no conocían estos acontecimientos se van a enterar, y quienes ya tenían conocimiento lo complementarán con mucha información. El impacto de Las Azules también radica en la libertad de poder hablar de estos temas históricos, aunque con un toque de ficción. Al final, se trata de poder discutir sucesos que antes eran casi tabú, incluso con la posibilidad de ser reprimidos.
¿Cómo ves tu evolución como actor al participar en una serie como Las Azules y qué nuevas perspectivas te ha ofrecido este proyecto?
Mi evolución como actor es paralela a la que trato de llevar fuera del trabajo. Siempre quiero estar preparado, estudiar y buscar cosas diferentes. Me gusta que el público no se aburra, que vea cosas versátiles y distintas. También me gusta jugar y entrenarme para cantar, para ser antagonista, o si toca hacer comedia, siempre estoy buscando historias diferentes. En el caso de Las Azules, me dieron la oportunidad de interpretar a un personaje complejo, y les estoy muy agradecido por ello.
¿Qué esperas que la audiencia se lleve consigo después de ver la serie? ¿Qué reflexiones esperas provocar en la audiencia?
Ninguna serie es intencionalmente aleccionadora, o al menos eso pienso. Es decir, no creo que se hagan con el propósito de crear un tipo de conciencia en el público; más bien, una producción expone los temas de cierta forma, con cierto filtro, y la gente, con sus propios filtros y perspectivas, se quedará con lo que se tenga que quedar. Las Azules tiene muchas formas de verse, ya sea como entretenimiento o como una parte de la historia con ese toque de ficción.
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Créditos
Fotografía: @juanbautizta
PR: @puntoentmx
Texto: @ambiancemx